octubre 20, 2025

Robo audacioso en el Louvre: ladrones se llevan joyas inestimables

Por Redacción:

París, Francia, 20 de octubre de 2025. El icónico Museo del Louvre, hogar de la Mona Lisa y millones de tesoros artísticos, permaneció cerrado este domingo por segundo día consecutivo tras un robo descarado que dejó al mundo boquiabierto: un grupo de ladrones irrumpió durante el horario de apertura pública, utilizando una grúa para escalar y amoladoras angulares para romper vitrinas, llevándose ocho piezas de joyería de valor “inestimable” de la colección de las joyas de la Corona francesa. La policía parisina lanzó una cacería masiva con helicópteros, perros rastreadores y análisis de videos de seguridad, mientras el presidente Emmanuel Macron prometió: “Recuperaremos estas obras y los culpables pagarán por atacar nuestra historia”.

El atraco ocurrió alrededor de las 09:30 horas del domingo, cuando el museo bullía con miles de visitantes —8.7 millones en 2024, el más visitado del planeta—. Cuatro hombres encapuchados, armados con herramientas eléctricas, pero sin armas de fuego, accedieron a la Galerie d’Apollon, un salón dorado del siglo XVII que alberga las joyas reales. Usando una grúa robada —un elevador de mobiliario estacionado en la calle—, rompieron una ventana del primer piso y, en apenas seis minutos, forzaron dos vitrinas, amenazando a guardias con las amoladoras. “Entraron con calma, como si supieran exactamente qué buscar; fue una operación quirúrgica de profesionales”, relató la fiscal de París, Laure Beccuau, en una rueda de prensa improvisada frente al museo, donde peritos forenses recolectaban fragmentos de vidrio y huellas dactilares.

Entre los botines, ocho piezas de “valor sentimental y artístico priceless”, según el Ministerio de Cultura francés: un collar de esmeraldas y diamantes que Napoleón regaló a su esposa María Luisa (estimado en 10 millones de euros), dos diademas de zafiro de la reina Hortensia (madre de Napoleón III), dos pares de aretes de la reina María Amalia, y dos broches de la emperatriz Eugenia. Dos items —incluyendo una corona de Eugenia— fueron abandonados en la huida, posiblemente por el peso, y recuperados intactos, aunque dañados. Los ladrones huyeron en motocicletas hacia el Sena, dejando atrás un camión incendiado que un guardia del Louvre frustró con un extintor. “Priorizamos la protección de las personas; cinco empleados estaban cerca, pero nadie resultó herido”, explicó el ministro del Interior, Laurent Nuñez, quien descartó terrorismo pero confirmó una investigación por “robo agravado por banda organizada y conspiración criminal”.

El cierre del Louvre, anunciado a las 10:00 horas, evacuó a 5 mil visitantes en pánico controlado y suspendió tours por 48 horas para un barrido forense. “Es una humillación intolerable para Francia; el Louvre es un símbolo global”, tuiteó el líder de ultraderecha Jordan Bardella, criticando la “falta de inversión en seguridad” pese a alarmas previas de sindicatos por hacinamiento. El museo, que invirtió 50 millones de euros en cámaras y detección perimetral en 2023, planea un overhaul con un nuevo centro de control, pero el robo expone vulnerabilidades: ocurrió a solo 800 metros de la prefectura de policía. Macron, en X, juró: “Todo se hace para capturarlos; este patrimonio es nuestra historia, y lo defenderemos”.

La policía desplegó 200 agentes, analizando 300 cámaras del C5 parisino y rastreando las motos —placas falsas de Italia—. Interpol emitió alertas rojas, y expertos como el criminólogo Alain Bauer en Le Monde ven “huellas de una banda internacional”: precisión similar a robos en el Hieron Museum (Burgundy, 2024) o el Green Vault (Dresde, 2019). “No buscan revender en el mercado negro; son coleccionistas o para blanqueo”, especuló. Testigos como Samir, un ciclista cercano, relató: “Vi dos subir la grúa, romper la ventana en 30 segundos; cuatro salieron corriendo a motos. Llamé a la policía de inmediato”.

Este “golpe maestro” revive fantasmas: el Louvre ha sufrido hurtos como la espada de Carlos X (1976) o la Mona Lisa (1911). En un París post-Olimpiadas, con turismo en auge, el robo daña la imagen: reservas cayeron 15% en horas, según Booking.com. El Ministerio de Cultura valora las joyas en “incalculable”, pero expertos estiman 50-100 millones de euros en mercado ilícito. Mientras peritos reconstruyen la escena bajo la pirámide de I.M. Pei, Francia se pregunta: ¿fallo de seguridad o audacia criminal? La caza continúa; el Louvre, en silencio, espera recuperar su brillo.

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